El día 8 de marzo recibimos la noticia del cruel asesinato de Carlos Hernández, miembro del Sindicato Nacional de Salud, del Frente Nacional de Lucha (FNL), de la Coordinadora de Organizaciones Populares, Indígenas, Iglesia, Sindicales, Campesinas de Oriente (COPIISCO) y de la Asociación Campesina Camoteca del departamento de Chiquimula, municipio de Camotán. Según la información disponible al momento, regresando de Honduras en un vehículo le dispararon y asesinaron desde otro vehículo.

Estamos profundamente apenadas y consternados por este horrible crimen que acabó con la vida de un defensor de derechos humanos, luchador y comprometido con el bienestar de su comunidad y compañeros.

PBI Guatemala ha acompañado a la Asociación Campesina Camoteca desde el año 2009 al 2012. En el marco de esta labor hemos conocido y acompañado a Carlos Hernández en múltiples ocasiones, puesto que sufría, al igual que otros miembros de la Asociación Campesina Camoteca, todo tipo de agresiones y amenazas, incluyendo acusaciones judiciales desproporcionadas, debido a su compromiso para con la defensa de la vida, del medioambiente, de la salud y de los recursos naturales.

Nos solidarizamos en este momento de profunda tristeza y dolor con su familia, su comunidad y compañeros y compañeras de las organizaciones y plataformas donde participaba.

Esperamos que se investigue con prontitud este terrible suceso y se juzgue a los responsables, para que no quede impune y para que pueda haber esperanza de terminar algún día con la violencia que afecta gravemente al pueblo guatemalteco.

Al mismo tiempo, queremos expresar nuestra profunda preocupación por la situación de ataques y amenazas que sufren las organizaciones sociales y defensoras y defensores de derechos humanos en ésta y en otras regiones de Guatemala.

Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional a que tome las medidas que considere adecuadas para asegurar la efectiva protección de defensores y defensoras de derechos humanos en Guatemala, especialmente a aquellos que como Carlos Hernández ya vienen sufriendo amenazas por su compromiso con los derechos económicos y sociales.

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