Articulo 1: El objetivo de la presente ley es garantizar el respeto, reconocimiento, conversación y protección de los conocimientos y practicas ancestrales indígenas y campesinas, así como la diversidad biológica en sus territorios, su equilibrio ecológico y conveniencia con las personas, pueblos, comunidades indígenas y campesinas.

Guatemala – Iximulew en idioma maya – es uno de los 21 países mega-diversos del mundo, considerado uno de los 8 centros de origen de la biodiversidad del plantea. Entre el 13 y el 15% de las especies de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y plantas presentes en el país, son endémicas1. Para proteger esta riqueza natural, amenazada por diferentes actividades económicas, el 31 de mayo, cientos de autoridades ancestrales y organizaciones indígenas y campesinas entregaron la iniciativa de ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales, llamada Ley de los Pueblos. Esta entrega se hizo a varios diputados y una diputada del Congreso de la República, que se comprometieron a llevar la iniciativa (con número de registro 6086) por la vía legislativa. En esta actividad hablamos con varias personas acompañadas por PBI y con una autoridad ancestral. Nos compartieron sus valoraciones acerca de la propuesta, así como el trabajo por hacer.

Paulina del Carmen González Navichoc, autoridad ancestral de San Pedro La Laguna, Sololá, es una de las autoridades indígenas que estuvieron presentes. Nos compartió su motivación: “es muy importante para nosotros proteger la biodiversidad, nuestras semillas. Sabemos que a veces por sí sola la Madre Tierra brota sin necesidad de ir a sembrar, sin necesidad de abonos químicos. Mientras que si vienen los transgénicos, solo van a dar una semilla al año, si va bien. Habría que estar comprando fertilizantes, habría que comprar semillas cada vez que uno quiere sembrar. Tampoco tienen el mismo sabor, porque definitivamente ha sido modificado. Nos damos cuenta cuando compramos un elote o por las mazorcas con las que se hacen las tortillas; cuando se ponen a tostar saben como plástico, ya no puede uno saborear como con las nuestras, que salen bien tostaditas y crujientes. Por esa razón es que queremos defender nuestra biodiversidad. No queremos que nos den semillas de otras partes que no nos benefician, al contrario, nos enferman, porque nuestro organismo está adaptado a lo nuestro, a lo nativo”.

“Como comunidades nos unimos a esta iniciativa, porque viene de los pueblos”

Abelino Mejía, defensor criminalizado debido a su lucha por el agua en la Costa Sur e integrante del Consejo de Comunidades de Champerico (CCC), cuenta que se involucraron en las asambleas locales y regionales desde el principio: “la propuesta nace de todas las comunidades, por el desvío de los ríos, el socavamiento, la alta contaminación que hay en nuestra región,...”.

El CCC forma parte de la Red Nacional de Soberanía Alimentaria de Guatemala, que lleva 5 años facilitando una serie de encuentros entre autoridades ancestrales de los diferentes territorios del país, lideresas y lideres comunitarios y representantes de organizaciones indígenas y campesinas. Estos espacios llevaron a reflexiones y análisis conjuntos sobre los desafíos encontrados en sus acciones para la protección y conversación de la Madre Tierra, las semillas y los saberes ancestrales.

Las y los participantes consensuaron constituir la Alianza de Autoridades por la Defensa de la Biodiversidad para proteger “las practicas, saberes, conocimientos, así como la diversidad biológica con que hemos convivido en forma equilibrada a lo largo de muchos siglos.”2 Con la asesoría jurídica del Bufete para los Pueblos Indígenas, y otras expertas y académicos, elaboraron una iniciativa de ley, construida sobre la cosmovisión de los Pueblos Indígenas y campesinos que está basada en la armonía, respeto, conversación y conexión “con todas la formas de vida en la Madre Tierra y el Cosmo”3.

La propuesta de ley reafirma los derechos y la facultad de los pueblos originarios, comunidades indígenas y campesinas, a decidir sobre sus propios sistemas de conocimientos colectivos, así como a administrar la diversidad biológica en sus territorios4.

Transgénicos y fertilizantes versus biodiversidad y sabiduría ancestral

En la actividad frente al Congreso también nos encontramos con José Angel Llamas, de la Resistencia Pacifica de la Puya, que lleva desde 2010 resistiendo frente a un proyecto minero que actualmente se encuentra suspendido. La Puya apoya esta iniciativa de ley, pues la defensa de la biodiversidad y los conocimientos ancestrales también está en el centro de su lucha: “nosotros defendemos el agua, defendemos la vida. Sin agua no tenemos cultivos, y si no tenemos cultivos no hay vida, por eso es necesario cuidar el agua y defender el derecho que tenemos a la no privatización de nuestras semillas. [En el congreso] siguen aprobando leyes en las cuales privatizan las semillas, y nos van a hacer que sembremos eso, y no nuestras semillas nativas, que son las que no solo tienen más nutrientes, sino están más adaptadas a nuestro territorio. Y con los transgénicos, lamentablemente, nos obligaron a utilizar los fertilizantes químicos, por la publicidad y la promoción en los programas del gobierno, por lo bonito que lo presentan las empresas. Pero todo producto que es desarrollado a través de abonos orgánicos es mucho más sano que los que se dan con la ayuda del abono químico”.

La alcaldesa indígena de San Pedro La Laguna señala los daños causados por el abono químico: “desde que ingresó el fertilizante, está dañando mucho a la Madre Tierra, porque llega a esterilizarla. Igual donde hay ríos y lagos, cuando llueve todo eso llega a contaminar las aguas. Recordemos que el agua es vida para nosotros, y el agua contaminada definitivamente nos afecta como pobladores. Nuestro lago Atitlán está muy contaminado y el mayor problema es que varias de las comunidades que estamos en la cuenca, bebemos de ese agua, entonces eso nos está afectando. Da tristeza que nuestras autoridades [estatales], en lugar de hacer algo por nosotros como pobladores originarios, estén velando por mercantilizar el agua”.

Además de todo lo comentado, la protección de las semillas nativas tiene otra dimensión para los pueblos originarios, tal y como nos explica Paulina del Carmen González Navichoc: “tienen propiedades medicinales, por ejemplo, si alguien tiene un conflicto y acude a nosotros, las autoridades ancestrales, se le da una mazorca amarilla que toma en sus manos y se tranquiliza, se le quitan los nervios y habla con espontaneidad. Por otro lado, el maíz blanco es para evitar la diabetes, que es una enfermedad que está dando muy fuerte ahora; hay que tomarlo como un refresco, la masa en agua, sin saborizante ni nada, sin endulzarlo, así también cura; y el maíz negro es antioxidante, igual que el maíz rojo”.

El camino a seguir

Cuando le preguntamos cuáles son los próximos pasos, Abelino Mejía, que también forma parte del consejo político de REDSAG, advierte que “aunque ya se presentó la iniciativa de ley, nuestro trabajo seguirá siendo el cabildeo en el Congreso, reuniéndonos con más diputados. También socializando más la ley para que realmente el pueblo se dé por enterado y todos nos unamos. Creo que va llegar el momento en que nos unamos todos los sectores: estudiantes, campesinos, trabajadores, de diversos sindicatos..., porque la clase social pobre ha sido y es muy explotada en este país. Entonces, ese es el trabajo, es un reto muy grande que tenemos. Vamos a seguir sumando porque aquí de lo que se trata es de sumar y sumar”.

Ante un congreso identificado como no afín a los intereses de los pueblos, la Alianza de Autoridades por la Defensa de la Biodiversidad propone no esperar la aprobación de la ley, sino introducirla inmediatamente en las comunidades indígenas y campesinas. Para las autoridades ancestrales, el camino es “hacer conciencia a través de medios de comunicación como las radios comunitarias, utilizarlas para concienciar a nuestra gente. De hecho hay muchos conscientes ya, y tenemos que pedirles que no lleven los transgénicos a nuestras comunidades, porque a la larga nos afecta a todos. El problema es cuando no hay información basada en la verdad”.

En las comunidades de la Costa Sur, Abelino Mejía ve apertura para conocer la iniciativa: “por la gran necesidad que provoca la escasez de agua en las comunidades de Champerico, vemos la iniciativa muy buena, porque toma en cuenta el agua que se necesita para la alimentación. Sí, hemos tenido muchas alarmas y muchas protestas por la falta de agua, y se están sumando más personas, más asociaciones también para conocer esta iniciativa de ley”.

Finalmente nos encontramos con José Bo, integrante de la Resistencia Pacífica de Cahabón frente a tres proyectos hidroeléctricos, que viajó hasta la capital por 3 días para estar presente en la actividad: “nosotros estamos acostumbrados a comer la diversidad de maíz y de otros alimentos nativos. No queremos que nos los quiten. Lo que debemos hacer es unirnos para defender la comida y nuestros cultivos nativos, por eso vengo hasta acá a Guatemala para apoyar a nuestros compañeros y compañeras”.

 

1REDSAG, Protejamos nuestra biodiversidad. Documento mediado de la Propuesta de Iniciativa de Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales, 2021.

2Ibídem.

3Ibídem.

4REDSAG, Flyer informativo sobre Ley de Biodiversidad y Conocimientos Ancestrales.