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La defensa de los derechos del Pueblo Ch’orti’ en Quezaltepeque:

“luchamos para proteger lo que consiguieron nuestros abuelos y abuelas”

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[publicado en el Boletín 51, julio de 2024]

En octubre de 2023 PBI inicia el acompañamiento a la Comunidad Indígena de San Francisco Quezaltepeque, en respuesta a las numerosas amenazas recibidas por quienes lideran la defensa de los derechos del Pueblo Maya Ch’orti’.

A unos 200 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala se encuentra el municipio de San Francisco Quezaltepeque, ubicado en las faldas del volcán que lleva el mismo nombre. Estudios arqueológicos identifican a Quezaltepeque - cuyo significado originario en idioma Náhuatl es cerro de los quetzales - como uno de los territorios históricamente habitados por el Pueblo Maya Ch’orti’, cuyo centro cultural y político hasta la invasión española se situaba alrededor de Copán, hoy parte de Honduras. El territorio de este Pueblo se completa en Guatemala con los municipios de Olopa, Camotán, Jocotán y San Juan Ermita, en el departamento de Chiquimula, y el municipio La Unión, en el departamento de Zacapa, donde en total viven más de 100.000 Mayas Ch’orti’

Memoria histórica del Pueblo Ch’orti’ de Quezaltepeque y sus derechos sobre la tierra

El reconocimiento de su identidad ancestral y la recuperación de su territorio y sus derechos como Pueblo Indígena, son las principales reivindicaciones del Pueblo Ch’orti’ de Quezaltepeque, que ha conseguido reconstruir su historia a partir de la invasión española, fijada entre los años 1525 y 1530. 

Usando las palabras del antropólogo y analista político Poqomchi’ Máximo Ba Tiul, la llegada de los españoles supuso el inicio del proceso de despojo y expolio en contra de los pueblos originarios, impulsado por la Corona española y la Iglesia católica. También en el caso del Pueblo Ch’orti’, la invasión de Quezaltepeque por parte de Pedro de Alvarado, supuso la sustracción de las tierras y la reorganización de la población como mano de obra a las órdenes de los españoles. En este proceso de conquista tuvo un papel fundamental la Iglesia católica que, a través de las cofradías, perseguía la sumisión de la población originaria a la estructura social y religiosa de la colonia. Es a través de la reconstrucción de la historia de la cofradía de San Francisco Quezaltepeque, la cual se mantiene al día de hoy custodiada por las comunidades Indígenas, que el Pueblo Ch’orti’ empieza a visibilizar la historia del despojo de sus tierras*. 

Los Ch’orti’ de Quezaltepeque, a través de documentos fechados entre 1710 y 1805, han constatado que sus ancestros compraron a la Corona española aproximadamente 243 caballerías de la tierra que les había sido arrebatada con violencia, en las fincas La Cofradía, Nochan, Ejidos y Corral Falso. Aproximadamente 60 años después, el 14 de agosto de 1866, el nuevo Estado de Guatemala (fundado en 1821) entregó la certificación de la propiedad unificada de estas tierras a nombre del común de indios naturales de San Francisco Quezaltepeque, la cual permanece en manos de las comunidades hasta el día de hoy. 

Marvin Arnoldo Najera López enseña el título histórico de las tierras.

Sin embargo, la conformación del Estado de Guatemala fue una herramienta al servicio de la clase criolla para seguir con el despojo de tierras y territorios de los pueblos originarios. Para ello se aprovecharon las leyes aprobadas por diversos gobiernos durante la reforma liberal5. Por ejemplo, durante el gobierno de Justo Rufino Barrios, a través de la aprobación de varios decretos, se facilitó la expropiación de las tierras comunales indígenas, primero inscribiéndolas a nombre de las recién creadas municipalidades y luego vendiéndolas en subastas públicas6. A este respecto, Marvin Arnoldo Nájera López, autoridad Indígena de San Francisco Quezaltepeque, señala que en su trabajo de investigación sobre lo ocurrido, se encontraron con que en el Registro de la Propiedad aparece el título histórico de las tierras compradas por sus abuelos y abuelas, pero las mismas tierras aparecen también inscritas a nombre del Estado, en este caso de la municipalidad. 

En 1958 el Estado de Guatemala reconoció legalmente al Pueblo Ch’orti’ de Quezaltepeque, otorgándole personería jurídica como asociación, con el nombre de Comunidad Indígena de San Francisco Quezaltepeque. Lo anterior supone un ulterior problema según Nájera López porque “el título histórico de las tierras está a nombre del común de indios naturales de San Francisco Quezaltepeque, lo cual no coincide con el nombre con el cual el Estado registró a la organización del Pueblo Ch’orti. Con este cambio de nombre el Estado quiere quitarnos el derecho sobre las tierras. Nos han querido reducir a una comunidad indígena, pero una comunidad si no está adherida a un Pueblo no es nada”. Para reivindicar su existencia como Pueblos Indígenas, los Ch’orti’ de Quezaltepeque han recuperado, desde el año 2021, la figura de las autoridades Indígenas. “El nombre con el cual nos constituimos, Autoridades Indígenas Maya Ch’orti’ de San Francisco Quezaltepeque, hace referencia al hecho que somos las autoridades Indígenas, que pertenecemos al Pueblo Maya Ch’orti’ y que somos de San Francisco Quezaltepeque, así como están tituladas nuestras tierras”. Las 23 comunidades y 96 caseríos Ch’orti’ del territorio eligen anualmente ocho integrantes de la junta directiva de la Comunidad Indígena. Una vez finalizado su mandato, los integrantes de la junta directiva pueden entrar a formar parte de las autoridades Indígenas, cuyo cargo es vitalicio. Los nombramientos de las nuevas autoridades, cuyo símbolo es el otorgamiento de la vara, se realizan en una ceremonia pública, juramentadas por autoridades de otros Pueblos, como el Ch’orti’ de Olopa, el Xinka de Jalapa o el K’iche’ de Totonicapán, manifestando las alianzas que hay entre los diferentes Pueblos.

Además, frente a la estrategia del Estado de desconocer la existencia de pueblos originarios, la población Ch’orti’ de Quezaltepeque mantiene vivas las tradiciones ancestrales que la siguen conectando con el territorio que habita. Un ejemplo de lo anterior es la ceremonia que se realiza cada 23 de abril, al inicio de la temporada de lluvias, en el nacimiento del río La Conquista. Desde la época precolonial, esta ceremonia celebra la importancia del agua y de las lluvias y en la actualidad permite defender los bienes naturales del territorio, dándole un valor sagrado. 

Amenazas y desafíos que enfrenta la Comunidad Indígena de San Francisco Quezaltepeque

Actualmente, los y las Ch’orti’ de Quezaltepeque enfrentan varias amenazas a su subsistencia como Pueblo. La principal se inserta en la historia racista y colonial descrita, que los enfrenta a un Estado que sigue desconociendo su existencia y viola así sus derechos colectivos, reconocidos a través de instrumentos internacionales, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Lo anterior se evidencia en la permisividad de la municipalidad de Quezaltepeque respecto a la privatización de las tierras comunales. Desmembramientos de terrenos,  falta de reconocimiento de los lugares sagrados y concesiones para emprender actividades privadas, afectan al patrimonio del Pueblo Ch’orti’. Un ejemplo es la concesión, sin la consulta previa a las comunidades, de un permiso para la perforación de un pozo de agua en la comunidad de San José Cubilete, en un terreno donde existe un cementerio sagrado del Pueblo Ch’orti’. En este caso, en diciembre de 2023 el Juzgado de Primera Instancia Penal y Narcoactividad de turno del departamento de Chiquimula, resolvió que la municipalidad de Quezaltepeque no realizó un diálogo previo con las comunidades involucradas y suspendió la perforación del pozo, por respeto al derecho al consentimiento del Pueblo Ch’orti’.

Otro ejemplo son las gestiones que la municipalidad está realizando para que, dentro del Plan Trifinio, se declare el territorio del volcán Quezaltepeque área protegida, sin contar con el consentimiento previo, libre e informado del Pueblo Ch’orti’, que tiene la propiedad ancestral del territorio, y sin aclarar qué participación tendrían las comunidades Ch’orti’ en la gestión del área protegida. Además, en relación con la gestión del volcán, también preocupa a las Autoridades Indígenas la voluntad de la municipalidad de impulsar las actividades turísticas en este territorio sagrado para el Pueblo Ch’orti’, nuevamente sin consulta previa a las comunidades. Según Marvin Nájera “la municipalidad quiere realizar un plan de formación para guías turísticos, para que vayan mostrando las riquezas de las tierras del volcán. Esta es una nueva amenaza, no solo de que intereses privados se aprovechen de los bienes comunes, sino también de que más intereses foráneos se acerquen a estas tierras en búsqueda de explotar sus recursos”.

La explotación de recursos sin su consentimiento es otra de las preocupaciones del Pueblo Ch’orti’ que, en 2022, descubrió la existencia de cinco solicitudes de licencias ingresadas en el año 2010 por parte de la empresa Minerales Sierra Pacífico S.A., subsidiaria de la canadiense Radius Gold Inc., para la exploración de oro, plata, cobre, plomo y zinc: “aún están en la fase de solicitud, pero tenemos el temor de que en cualquier momento pueda empezar una exploración, nuevamente sin que hayamos sido consultados”. 

El volcán es un ecosistema frágil, conformado por bosque virgen que el Pueblo Ch’orti’ viene cuidando desde hace siglos. La privatización de este territorio es otra problemática que denuncian las comunidades, acompañada del peligro de la explotación desmedida de los recursos forestales y el riesgo de incendios, en un territorio cada vez más vulnerable en el contexto actual de crisis climática. Para frenar esta amenaza, en marzo de 2024 las autoridades Indígenas interpusieron una denuncia en la delegación departamental de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de Chiquimula, en contra de personas particulares a las que acusan de buscar apropiarse de una parte de los terrenos comunales del volcán, ubicados en la aldea Chiramay, con el objetivo de venderlos. La denuncia dio lugar, un mes después, a una diligencia de inspección ocular del lugar por parte del Ministerio Público (MP). El objetivo de la misma fue recabar evidencias de lo denunciado y motivó, sucesivamente, el inicio de un procedimiento legal en la Fiscalía Especializada contra el Delito de Usurpación.

También la defensa del agua enfrenta al Pueblo Ch’orti’ a intereses económicos que hacen un uso particular de los bienes comunes. La producción de café en la zona y, concretamente, los vertidos al río Grande y a pozos artificiales de aguas residuales contaminantes, resultantes del proceso de lavado del café, están afectando la vida de más de 10 comunidades y de sus nacimientos de agua. Sus habitantes, unas 150 familias, denuncian malos olores, mortandad de peces y enfermedades de la piel. Desde hace cinco años, estas comunidades ya no pueden usar las fuentes de agua para pescar, lavarse y abastecerse de agua potable. Con el objetivo de defender el derecho al agua, en 2022 las comunidades interpusieron una denuncia contra Ovidio Cardona y su empresa “Café La Conquista”. Las investigaciones las lleva la fiscalía de medio ambiente de Zacapa, pero hasta la fecha no se ha dado una resolución judicial al problema. 

Por este trabajo de denuncia y defensa de derechos, las autoridades Indígenas de Quetzaltepeque sufren amenazas verbales, ataques a sus propiedades, procesos de criminalización e incluso agresiones físicas. Todo ello es lo que motivó su solicitud de acompañamiento internacional a PBI. “Las autoridades estamos señaladas y arriesgamos la vida defendiendo los derechos colectivos”, comenta Rolando Castillo Romero, autoridad Indígena de la finca Nochan. “Con el acompañamiento sentimos aliento para seguir en esta importante lucha”.

 

* Esta información, y toda la que no tenga otra fuente señalada a pie de página, fue aportada por la Comunidad Indígena de San Francisco Quezaltepeque en una entrevista que PBI mantuvo con varios de sus líderes el 17 de abril de 2024.