En 2020 se celebra el 40 aniversario de la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas (UVOC), organización acompañada por PBI desde el año 2005. Vamos a hacer un breve recorrido histórico recogiendo, tanto los logros conseguidos como los desafíos encontrados a lo largo de este camino.

El propósito de la UVOC es la lucha para la Reforma Agraria Integral, la defensa de la tierra y el territorio y el desarrollo equitativo y equilibrado de las comunidades campesinas e indígenas. Es decir, centran su lucha en la problemática estructural más importante de Guatemala, el acceso y control de la tierra y el territorio, la cual tiene raíces históricas profundas que se remontan a la invasión española, siendo un problema no resuelto a día de hoy y una de las mayores causas de pobreza y conflictividad1.

Los primeros pasos

Los orígenes de la UVOC se remontan al año 1980, en pleno conflicto armado interno2. Frente a la situación de extrema pobreza que soportaban las familias campesinas e indígenas de zonas rurales de los departamentos de Alta y Baja Verapaz, el liderazgo de estas comunidades, personas cercanas a la Iglesia católica y otras personas preocupadas por la situación se reunieron en el municipio de Purulhá (Baja Verapaz), para discutir, elaborar e implementar propuestas que enfrentasen esta situación de empobrecimiento y despojo.

Fue así cómo nació la cooperativa Renacimiento R.L., a partir de la unión de cooperativas pequeñas y organizaciones comunitarias ya existentes. A pesar de la condición de clandestinidad en la que se vio obligada a actuar, debido al contexto de guerra y fuerte represión, la cooperativa funcionó y creció durante 10 años. Se logro montar una sala de mecanografía y un taller de carpintería, y se ofrecieron cursos de albañilería, pastelería, cocina, mecanografía, artesanías y agricultura orgánica. Asimismo, llegó a tener una tienda de insumos y productos básicos, un taller de muebles y construcción con bambú y una tienda de productos artesanales, donde se comercializaban los textiles elaborados por las mujeres. Sin embargo, estos logros desataron la represión oficial, produciéndose persecuciones, amenazas, encarcelamientos e incluso asesinatos de líderes campesinos y autoridades indígenas integrantes de la cooperativa. También las tiendas y talleres sufrieron ataques y destrucción por parte del ejercito. Sin embargo, tal y como señala el coordinador de la UVOC, Carlos Morales, “destruyeron todas las cosas, pero no pudieron destruir nuestra forma de pensar”.

El surgimiento de la UVOC

A partir de la experiencia previa desarrollada con la cooperativa Renacimiento, nuevamente se reunieron pequeñas cooperativas, comunidades y organizaciones sociales de los departamentos de Alta y Baja Verapaz, constituyéndose así, el 8 de octubre de 1990, la UVOC, que según Carlos Morales, “es una sombrilla para trabajar conjuntamente, protegerse, formarse, incidir y ganar respeto ante las autoridades, su base es la solidaridad”. La UVOC se organiza desde la visión de los pueblos originarios, es decir, de forma cosmogónica según las energías de sus integrantes, que conforman los consejos regionales de los 4 puntos cardinales y el consejo Corazón. Estos consejos están integrados por hombres, mujeres y jóvenes y constituyen la asamblea general de la UVOC, donde se discute y aprueba el trabajo a seguir. De esta manera construyen “una práctica que rompe paulatinamente con las imposiciones occidentales, liberales y racistas”.

Después de la firma de los Acuerdos de Paz (diciembre de 1996), el trabajo de la UVOC tomó fuerza y se fue ampliando también a los departamentos de El Quiché e Izabal, teniendo actualmente presencia en unos 20 municipios de estos estos 4 departamentos. El trabajo que lidera la UVOC, a favor del acceso de las comunidades a la tierra, no está libre de riesgos, pues toca intereses de actores poderosos, lo que les ha llevado a tener que soportar amenazas, ataques físicos y procesos de criminalización. Por todo ello, en 2005 se acercaron a PBI a solicitar acompañamiento internacional.

El constante análisis de las problemáticas y del contexto del agro guatemalteco, ha llevado a la UVOC a identificar 5 ejes de trabajo: defensa de la tierra y el territorio; desarrollo rural integral; soberanía alimentaria y derechos laborales; fortalecimiento organizativo, formación político ideológica y capacitación técnica; comunicación popular; y equilibrio mujer-hombre.

El fortalecimiento de la organización es clave para la UVOC, lo que les ha llevado a apostar por la puesta en marcha de una Escuela Campesina para jóvenes, cuyo objetivo es la formación política y técnica para la participación activa en la gestión de las comunidades. El programa de comunicación popular funciona como parte de esta Escuela, lo que permite que las y los jóvenes puedan colaborar con las radios comunitarias y contribuir a generar y difundir información entre los y las campesinas. El programa equilibrio mujer-hombre busca impulsar la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones y en los espacios de formación, apoyar los procesos productivos impulsados por ellas y los procesos que las reconocen como titulares de la tierra.

Defensa de la tierra y el territorio

La defensa de la tierra y el territorio es un eje principal del trabajo de la UVOC, pues la conflictividad agraria sigue siendo uno de los principales problemas de Guatemala3. Por ello la organización brinda asesoría, representación y defensa legal a las comunidades que reivindican sus derechos en el marco de este eje. También apoya a las y los líderes que sufren procesos de criminalización y judicialización, precisamente por atreverse a defender sus derechos. Una de las luchas que están acompañando legalmente, es la de las comunidades que tienen derechos ancestrales sobre las tierras, pues por generaciones han sido utilizadas por los “patrones” como mozos colonos4 en régimen de cuasi esclavitud. Según Carlos Morales “hasta el día de hoy se ha logrado que las comunidades accedieran, regularizaran o recuperaran las tierras en unas 40 fincas5. Sin embargo, no basta la recuperación de la tierra si estas luego no cuentan con servicios como carretera, agua entubada, salud, educación y no se cuenta con políticas agrarias. Es un largo recorrido para las comunidades sin el apoyo estatal en políticas concretas”. Por ello, el acompañamiento de la UVOC a las comunidades se mantiene después de la recuperación de la tierra, asesorando y buscando incidir ante las autoridades estatales encargadas del desarrollo agrario. Y para fortalecer este trabajo, se han creado alianzas estratégicas a nivel nacional con otras organizaciones como el Comité de Unidad Campesina (CUC), el Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y la Central Campesina Chorti’ Nuevo Dia (CCCND), con las cuales se ha conformado el Frente Campesino Iximulew. A nivel internacional la UVOC es miembro de la International Land Coalition (ILC).

Retos en la lucha por el acceso a la tierra

- Escasa disponibilidad de tierra para las poblaciones campesinas frente a las grandes extensiones de las que disponen los monocultivos y los proyectos extractivos.

- Represión contra comunidades y las organizaciones campesinas que las apoyan y criminalización de la protesta social por parte de actores con intereses sobre las tierras (empresarios, militares y políticos). Todo ello afecta profundamente al tejido social de las comunidades, creando divisiones internas.

- Falta de diálogo con las instituciones gubernamentales para la implementación de políticas de desarrollo rural integral. Esto se agrava aun más ante el reciente cierre de la Secretaría de Asuntos Agrarios (SAA), institución creada con los Acuerdos de Paz para enfrentar la problemática agraria.

Desarrollo rural integral y soberanía alimentaria

En las tierras recuperadas por las comunidades, la UVOC apuesta por implementar una agricultura familiar orgánica, recuperando los conocimientos antiguos trasmitidos de generación en generación. Según Sandra Calel, coordinadora del área de mujeres campesinas e indígenas de la organización, los procesos históricos de represión y despojo vividos por los pueblos originarios en Guatemala “significaron la ruptura del proceso de transmisión oral y práctica de los conocimientos ancestrales que se había dado durante generaciones. Estos fueron sustituidos por la cultura del monocultivo y el uso de químicos, agro tóxicos y pesticidas”6. La UVOC está recuperando una agricultura ancestral ecológica como alternativa efectiva para alimentar a la población sin poner en riesgo la salud del planeta, preservando la biodiversidad y los ecosistemas locales. Para ello, se reencuentran con la sabiduría maya de los ciclos lunares, la conservación y recuperación de las semillas autóctonas y las asociaciones y diversificación de cultivos, con la introducción de nuevos productos como los hongos. Proponen la utilización de abonos naturales, como la gallinaza y el lombricompost. En palabras de Carlos Morales, desde la UVOC se está “trabajando la agricultura familiar y ancestral en las comunidades q´eqchi´ y poqomchi´. Somos parte del Decenio de la Agricultura Familiar7 y en Latinoamérica estamos organizados en redes para que las y los campesinos tengan mayores oportunidades en el campo y el área rural”.

 

1Para más información sobre la historia de las luchas sociales en la región, recomendamos consultar: PBI Guatemala, ¡Defendemos la vida! Las luchas sociales en las Verapaces, Guatemala, abril 2020.

2La reconstrucción de la historia de la UVOC se hizo en base a una entrevista mantenida con Carlos Morales, coordinador de la organización, en junio 2020, así como información extraída de su página web (https://infouvoc.wixsite.com/uvocgt) y de sus redes sociales.

3Según el informe 2019 de OACNUDH, a 31 de octubre de 2019, la Secretaría de Asuntos Agrarios registraba 1.532 casos de conflictos agrarios, la mayoría en los departamentos de Huehuetenango, Alta Verapaz, Quiché e Izabal. Las principales disputas son sobre derechos de propiedad, limites territoriales y regularización de tierras.

4“Esta figura, de origen colonial, establecía relaciones de trabajo según las cuales algunos campesinos trabajaban extensiones de tierra propiedad del “patrón”, quien a cambio de este trabajo no pagaba un sueldo, sino que les permitía vivir allí y usufructuar las tierras. En la mayoría de los casos se trataba de un acuerdo verbal, sin un contrato de por medio, y esa figura se fue heredando de generación en generación por costumbre”. En PBI Guatemala, Op. Cit.

5Entre estas, recordamos el caso acompañado y documentado por PBI de la Finca La Primavera, en el municipio de San Cristóbal, ambas en el departamento de Alta Verapaz: Tras 15 años de lucha pacífica, la Primavera Poqomchi’ recupera sus tierras ancestrales, Informe Anual 2015.

6Entrevista con Sandra Calel, 3 de julio de 2020.